EL ESPEJO
El espejo es el concepto detrás de Kapikua, y aquí te lo cuento.
Podemos ver la vida en sí de muchas maneras:
como un espejo
como una ilusión
como una proyección
La verdad de lo que realmente ES nunca la sabremos porque lo que vemos es un reflejo de lo que SOMOS.
¿Qué quiero decir con esto?
Nos estamos reflejando constantemente en situaciones, en personas, en emociones, valores..
Lo que ves no es lo que es-
ves lo que eres.
Ya sean cosas que admires de lo que ves o algo que te moleste del otro. Son todas emociones, experiencias, virtudes, defectos, llamémoslo como queramos, que llevas integrado en tu alma- son cosas que ya has experimentado (seas consciente o no de ello).
Kapikua es un concepto del espejo el cual me tiene fascinada y enamorada porque cada vez le consigo más analogías, más paradojas, más maneras de verlo.
Imagina que estás frente a un espejo: kapikua es esa linea intangible, invisible, donde tu te repites al otro lado y lo que ves eres tu en tu propia interpretación. (si esto se vuelve complicado, léelo varias veces; también me puedes dejar un comentario cuando termine la idea)
Foto Rii Morvay
Así como cuando alguien ve un trabajo que has hecho que a ti te encanta y el otro no aprueba; o como cuando no estás a gusto con tu apariencia y alguien te dice lo bien que ves- TODO es perspectiva - la consciencia detrás del que observa es la interpretación resultado de la suma de muchas cosas vividas, criterios creados.
Kapikua es ese punto medio intangible donde nos reflejamos en el otro porque todos somos iguales- venimos del mismo lugar- yo soy lo mismo que tú - tú eres lo mismo que yo.
La vida es inteligencia, consciencia, una fuerza que viene de una fuente de información con infinitas formas de expresarse. He ahí las perspectivas y colores de todo. Incontables las opciones que tenemos, personas que nos rodean, cosas por hacer..
Yo te invito a que hagas lo que viniste a hacer y con eso hagas del mundo un lugar mejor. La verdad es que no todos hemos venido con la misma misión, pero si vinimos a compartir esta existencia.
Una vez te encuentres en el camino que estás destinado a recorrer- crea, disfruta, descubre, haz y des-haz (nunca lo había escrito- ¿estará bien?) y cuando en ese camino te encuentres con el otro, déjalo SER así como tu ERES sin que te importe lo que el otro opine. Y si te hace ruido, en lugar de permitir que te moleste, mira hacia adentro, pregúntate por qué genera un movimiento en ti, y ahí tienes una linda oportunidad para conocerte mejor; para ir quitando una a una tus capas y acercarte cada vez a lo más puro de tu Ser que es el amor que emana tu corazón.
Eso es lo bonito de compartir con el otro, porque-
a través del otro, te conoces a ti.
Para mí, ¡la vida es una kapikúa!
Cuando empieces a verla así te darás cuenta que todos tienen algo que enseñarnos, todos tenemos siempre algo que aprender.
